El actor mexicano Carlos Villagrán participó del panel de invitados durante la Comic Con Argentina y habló sobre sus comienzos y su icónico personaje Quico.

“Es un privilegio para mí poder otra vez estar en Argentina, por su gente, por sus restaurantes, por la amabilidad que ha tenido conmigo durante tantos años”, comenzó.

Sobre el programa “El Chavo del 8” comentó que “fue muy agradable porque no dimensionamos a dónde iba a llegar el programa ya que era un programa muy local. Empezó a crecer y el dueño de Televisa nos dijo: “quiero un programa de `El Chavo del 8´ y lo mandó a toda la república mexicana y después empezamos a pasar fronteras. El primer país donde nos internacionalizamos fue Nicaragua. Ahí había sido elegido presidente Anastasio Somoza y había carteles que atravesaban las calles y decían “No contaban con Anastasio” y por el partido que perdió ponían “Lo sospeché desde un principio” y Somoza decía “Síganme los buenos” y así toda la política estaba en las frases del Chavo y del Chapulín Colorado.

Por su visita a la Argentina, contó que “la primera vez que vine me pareció que yo ya había conocido todo esto y me sentí muy a gusto. Una vez me metí a un restaurant y toda la gente me saludaba. Yo había venido con una esposa que tuve y con dos hijos. Entonces estábamos afuera esperando para entrar y salió un mozo y me dice `¿Qué hacés aquí afuera?´ y se mete y me busca una mesa. Entro y cuál sería mi sorpresa tan agradable que cuando entré con mi esposa y mis hijos todos los comensales se empezaron a parar y me aplaudían. Fue increíble. Era como un homenaje”.

“Yo fui periodista. Mi padre, mi madre y mis cuatro hermanos éramos muy pobres. Tan pobres que los pobres no se juntaban con nosotros por pobres. Nos costó mucho trabajo salir de ahí, de ese barrio. Cada uno empezó a trabajar y yo ayudaba a mi padre a cargar el trípode y andábamos tomando fotos en Las Alamedas para la gente. Poco a poco fuimos saliendo y tuve la oportunidad de hacer un programa en televisión en un nuevo canal que se llamaba Televisión Dependiente de México Canal 8 y ahí empezó el programa El Chavo del 8”, continuó.

Luego recordó cuando conoció a Roberto Gómez Bolaños (Chespirito) en 1970. “Yo era fotógrafo de El Heraldo de México y con la credencial tenía permiso para entrar a los estudios de televisión y les pedía a los programas hacer un papel chiquito, aunque sea sin hablar. Roberto tenía una tira de una hora donde metía 10 minutos de El Chapulín Colorado, 10 minutos de otro personaje hasta completar una hora. Un buen día se va a otro canal y se queda solito y escribe una cosa de 10 ó 12 minutos que se llamó el Chavo del Ocho y ahí me dice “vas a ser un niño”.

Finalmente, Carlos Villagrán se refirió a la creación de Quico. “En México había una persona que hacía de un niño que se llama Chabelo. Cualquier persona que llegaba a un estudio vestido del niño decían automáticamente le decían Chabelo. Ese era mi complejo. Entonces fui a vestuario y empecé a buscar cosas para vestirme de niño y encontré un traje de marinerito, me puse una gorrita y me saqué pelo y así empecé. Enrique Segoviano, que era el director, me dijo que llorara con un sonido gultural. Lo hice y me dice: `así vas a llorar´. De él fue la idea de que yo fuera a llorar siempre a al mismo lugar donde estaba descarapelada la pintura y ahí lloraba”. Y aclaró contundentemente que el “`chusma, chusma´ lo inventé yo”.