“Antonio Gil”, ópera prima de Lía Dansker, se estrena luego de algunos años de haberse presentado en la Competencia Argentina del Bafici 15
El “Gauchito Gil”, tal como se lo conoce popularmente, fue un gaucho que, según los relatos, fue degollado luego de ser juzgado como desertor ya que se rehusó a formar parte de la milicia para matar a otros hombres.
Visto como una de las mayores figuras de devoción popular en la Argentina, la directora Lía Dansker decide reflejar en este documental el mito que gira en torno al personaje correntino que tiene sobre sí una importante cantidad de fieles.
Cada 8 de enero, Dansker llegó a Mercedes, provincia de Corrientes, y utilizó extensos travelings para filmar a los peregrinos que cada año asisten al santuario del Gauchito Gil.
Durante más de diez años, la cámara llegó a los mismos lugares, la misma ruta y tal vez, hasta los mismos peregrinos. Sin embargo, el culto al mito se ve contaminado a medida que el tiempo transcurre, por quienes ven un negocio en torno a la fe.
Con las voces en off de los seguidores de Antonio Gil, se forman los relatos personales de la relación de cada uno de ellos con el Gaucho y las historias sobre su vida. Las imágenes, que van desde principios de esta década hacia la anterior, mezclan a gauchos con sus ropas originales con los que las usan cual disfraz, caballos con autos, banderas con imágenes de Gil con otras de movimientos políticos, y niños con personas mayores. Pero todas ellas con un mismo fin.
Antonio Gil es un documental más sobre un mito y sus seguidores, pero narrado desde la naturalidad y simpleza de sus protagonistas con imágenes que hablan más de ellos que del propio personaje del título.
Edición Nº 5091 - 14 de abril de 2024